Nueva evidencia entre daño cerebral y golpes a la cabeza en deportes de colisión.
Durante mucho tiempo los expertos han debatido si las repetidas lesiones en la cabeza que sufren los jugadores de fútbol americano y boxeadores, como heridas en el cráneo o conmoción cerebral, causan problemas graves a largo plazo.
El estudio encontró evidencia de ecefalopatía traumática en los cerebros de jugado
res de fútbol americano.
La controversia se ha visto alimentada en meses recientes por los aparentes suicidios de jugadores retirados de la National Football League (NFL), la Liga Nacional de Fútbol Americano de Estados Unidos
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Uno de ellos, Ray Easterling, había interpuesto una demanda contra la NFL por lesiones vinculadas a las conmociones cerebrales que sufrió.
Y la ex estrella de los Chicago Bears, Dave Duerson, también muerto en aparente suicidio, dejó una nota en la que establecía que deseaba donar su cerebro para el estudio de las lesiones de la cabeza en el fútbol americano.
Ese estudio reveló en 2011 que, en efecto, el deportista sufría una enfermedad cerebral inducida por repetidos golpes, llamada encefalopatía traumática crónica (CTE en sus siglas en inglés.
En el pasado la CTE había sido vinculada principalmente a los boxeadores y se le conocía como demencia pugilística.
Ahora, el mismo equipo de investigadores que llevó a cabo el estudio de Duerson, en la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, encontró lo que dice es nueva evidencia de cómo las lesiones traumáticas en la cabeza conducen a la enfermedad cuyos síntomas pueden incluir pérdida de memoria, depresión y demencia.
Deterioro cerebral
El nuevo estudio, publicado en la revista Brain, es el más amplio que se ha llevado a cabo sobre la CTE, afirman los investigadores.
Y describe por primera vez las cuatro etapas progresivas que conducen al deterioro cerebral y demencia, agregan.
La enfermedad ha sido vinculada al boxeo y se le conocía como demencia pugilística.
Los científicos estudiaron 85 cerebros donados de hombres de entre 17 a 98 años, que incluían 64 atletas, 3 veteranos de guerra sin antecedentes deportivos y un individuo que se había lesionado a sí mismo al golpearse repetidamente con la cabeza.
Casi la mitad (33) de los hombres habían jugado en la NFL, uno en la Liga Canadiense de Fútbol, 4 en la Liga Nacional de Hockey de Estados Unidos, y 7 habían sido boxeadores profesionales.
Entre las identidades que se permitió a los científicos revelar estaban varios jugadores de la NFL que murieron el año pasado, incluidos John Mackey, Ollie Matson, Dave Duerson y Cookie Gilchrist.
Tal como explica la doctora Ann McKee, quien dirigió el estudio, las investigaciones ya han demostrado que la CTE está asociada a los golpes repetidos en la cabeza y se ha encontrado en atletas profesionales, veteranos de guerra, boxeadores e incluso personas que lesionan a sí misma golpeando paredes u otras superficies con la cabeza.
Una conmoción cerebral, que es la lesión más común que sufren estos individuos, por lo general ocurre cuando la cabeza se acelera rápidamente y se detiene de súbito.
Este violento sacudimiento del cerebro puede provocar que las neuronas sufran una "despolarización", un cambio en su potencial eléctrico que provoca que sus neurotransmisores se disparen todos al mismo tiempo.
Esto conduce a una "inundación" de compuestos químicos en el cerebro y a problemas de algunos receptores vinculados al aprendizaje y la memoria.
Aunque una conmoción puede no presentar síntomas físicos, como inflamación o sangrado, el individuo puede presentar confusión, visión borrosa, pérdida de memoria, náusea y pérdida de conciencia.
Lo que hasta ahora no estaba claro es si una persona que sufre una conmoción tiene más riesgo a largo plazo de sufrir problemas neurológicos y cognitivos.
Los científicos encontraron que 80% de los cerebros, casi todos los de los deportistas, mostraban evidencia de CTE.
Y entre el grupo con CTE, 50 habían sido jugadores de fútbol, incluidos los 33 que habían jugado en la NFL.
La controversia se ha visto alimentada en meses recientes por los aparentes suicidios de jugadores retirados de la National Football League (NFL), la Liga Nacional de Fútbol Americano de Estados Unidos
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Y la ex estrella de los Chicago Bears, Dave Duerson, también muerto en aparente suicidio, dejó una nota en la que establecía que deseaba donar su cerebro para el estudio de las lesiones de la cabeza en el fútbol americano.
Ese estudio reveló en 2011 que, en efecto, el deportista sufría una enfermedad cerebral inducida por repetidos golpes, llamada encefalopatía traumática crónica (CTE en sus siglas en inglés.
En el pasado la CTE había sido vinculada principalmente a los boxeadores y se le conocía como demencia pugilística.
Ahora, el mismo equipo de investigadores que llevó a cabo el estudio de Duerson, en la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, encontró lo que dice es nueva evidencia de cómo las lesiones traumáticas en la cabeza conducen a la enfermedad cuyos síntomas pueden incluir pérdida de memoria, depresión y demencia.
Deterioro cerebral
El nuevo estudio, publicado en la revista Brain, es el más amplio que se ha llevado a cabo sobre la CTE, afirman los investigadores.
Y describe por primera vez las cuatro etapas progresivas que conducen al deterioro cerebral y demencia, agregan.
La enfermedad ha sido vinculada al boxeo y se le conocía como demencia pugilística.
Los científicos estudiaron 85 cerebros donados de hombres de entre 17 a 98 años, que incluían 64 atletas, 3 veteranos de guerra sin antecedentes deportivos y un individuo que se había lesionado a sí mismo al golpearse repetidamente con la cabeza.
Casi la mitad (33) de los hombres habían jugado en la NFL, uno en la Liga Canadiense de Fútbol, 4 en la Liga Nacional de Hockey de Estados Unidos, y 7 habían sido boxeadores profesionales.
Entre las identidades que se permitió a los científicos revelar estaban varios jugadores de la NFL que murieron el año pasado, incluidos John Mackey, Ollie Matson, Dave Duerson y Cookie Gilchrist.
Tal como explica la doctora Ann McKee, quien dirigió el estudio, las investigaciones ya han demostrado que la CTE está asociada a los golpes repetidos en la cabeza y se ha encontrado en atletas profesionales, veteranos de guerra, boxeadores e incluso personas que lesionan a sí misma golpeando paredes u otras superficies con la cabeza.
Una conmoción cerebral, que es la lesión más común que sufren estos individuos, por lo general ocurre cuando la cabeza se acelera rápidamente y se detiene de súbito.
Este violento sacudimiento del cerebro puede provocar que las neuronas sufran una "despolarización", un cambio en su potencial eléctrico que provoca que sus neurotransmisores se disparen todos al mismo tiempo.
Esto conduce a una "inundación" de compuestos químicos en el cerebro y a problemas de algunos receptores vinculados al aprendizaje y la memoria.
Aunque una conmoción puede no presentar síntomas físicos, como inflamación o sangrado, el individuo puede presentar confusión, visión borrosa, pérdida de memoria, náusea y pérdida de conciencia.
Lo que hasta ahora no estaba claro es si una persona que sufre una conmoción tiene más riesgo a largo plazo de sufrir problemas neurológicos y cognitivos.
Los científicos encontraron que 80% de los cerebros, casi todos los de los deportistas, mostraban evidencia de CTE.
Y entre el grupo con CTE, 50 habían sido jugadores de fútbol, incluidos los 33 que habían jugado en la NFL.
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