La hora de acostarse "Puede pronosticar la obesidad a futuro"
Ser estricto sobre la hora a la que se acuesta a los niños en edad preescolar podría ayudar a evitar que tengan problemas con el peso a una edad subsiguiente, según un estudio.
Investigadores en Estados Unidos dicen que los niños en edad preescolar que alargan la hora de acostarse hasta después de las 9:00 pm pueden tener el doble de probabilidades de ser obesos a una edad subsiguiente.
Problemas de salud
La investigadora principal, la Dra Sarah Anderson, PhD, profesora asociada de epidemiología en la Universidad de Salud Pública del Estado de Ohio, dice en una declaración: "Para los padres, esto respalda la importancia de establecer una rutina a la hora de acostarse".
La obesidad es un problema creciente en los niños. Tan solo en el Reino Unido alrededor de un tercio de los niños tienen ahora sobrepeso u obesidad. Estos trastornos pueden predisponer a las personas a problemas de salud discapacitantes a una edad subsiguiente, entre ellos cardiopatía y diabetes de tipo 2.
Los activistas en materia de salud están esperando urgentemente la tan aplazada estrategia del gobierno para hacer frente a la diabetes infantil.
La profesora Anderson y sus colegas se basaron en datos de 977 niños que formaban parte de un estudio de salud existente que comenzó a principios de la década de 1990. Clasificaron a los niños con una edad típica de 4,5 años conforme a tres diferentes horarios para acostarse:
8:00 pm o antes
Entre 8:00 pm y 9:00 pm
Después de las 9:00 pm
Los investigadores relacionaron luego los horarios habituales a los que se acostaban estos niños con la obesidad durante la adolescencia a una edad promedio de 15 años.
Descubrieron que los resultados eran muy asombrosos y que:
Sólo 10% de los niños con horario de acostarse más temprano eran obesos en la adolescencia
16% de los niños que se acostaban después de las 8:00 pm y antes de las 9:00 pm se volvieron obesos
23% de los que se iban a acostar después de las 9:00 pm se volvieron obesos para la adolescencia
Establecimiento de una rutina
La investigación reveló que la mitad de los niños se iba a la cama entre las 8:00 pm y las 9:00 pm, en tanto que las horas de acostarse más temprano y más tarde se dividieron igualmente entre los demás niños.
Los investigadores también examinaron cómo la madre y el niño pasaban su tiempo antes de acostarse y descubrieron que los niños que se acostaban más tarde y cuyas madres intervenían menos antes de la hora de acostarse tenían el máximo riesgo de ser obesos a una edad subsiguiente.
El estudio se publicó en The Journal of Pediatrics.
Aunque los investigadores dicen que acostar a un niño a una hora temprana no garantiza que se quede dormido de inmediato, los progenitores tienen mayor control sobre la hora a la que se acuestan los niños que sobre la hora a la que se levantan por la mañana. Esto puede ser muy decisivo cuando el niño tiene hermanos mayores que pueden estar despiertos y haciendo ruido preparándose para asistir a la escuela y despertando al resto de la familia, dicen.
El estudio viene con una advertencia. "Es importante reconocer que tener una hora de acostarse temprano puede ser más difícil para algunas familias que para otras", dijo la profesora Anderson. "Las familias tienen muchas exigencias contrapuestas y tienen que decidir entre las opciones. Por ejemplo, si se trabaja tarde, esto puede desplazar los horarios de acostarse a un hora más avanzada en la noche.
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